Es un aumento en el número de deposiciones y/o una disminución de su consistencia. Representa el segundo motivo más frecuente de consulta y hospitalización en niños menores de 2 años. La causa más frecuente es infecciosa (gastroenteritis), siendo el rota virus (agente viral) el germen que con mayor frecuencia produce diarrea en los niños de todo el mundo. Afecta sobre todo a niños entre 6 meses y 2 años de edad, especialmente varones, y tiene una mayor incidencia en los meses invernales. Algunos agentes bacterianos también pueden ser responsables de diarreas agudas infecciosas y un porcentaje considerable de niños que asisten los niños que asisten a guarderías infantiles. Los primeros síntomas son los vómitos y la fiebre que preceden a la diarrea en 12 ó 24 horas. Asimismo, las gastroenteritis producidas por rota virus, van generalmente precedidas por un catarro de vías aéreas superiores. Las características de las deposiciones dependen de la causa de la diarrea. Las deposiciones de las gastroenteritis víricas son heces líquidas o semilíquidas, amarillentas, de olores ácidos y ruidosos. Se acompañan de dolor abdominal y de enrojecimiento de la zona del pañal. Las diarreas bacterianas más frecuentes en nuestro medio suelen ser deposiciones verdosas y malolientes y contienen moco y sangre. Las características de las deposiciones y los síntomas acompañantes orientan al diagnóstico. En raras ocasiones es necesario recurrir al análisis bacteriológico de las heces (coprocultivo) dado que en la mayoría de los casos la causa es viral y por otra parte la utilización de antibióticos en la diarrea infecciosa en la infancia es excepcional. Para prevenir la aparición de diarreas la higiene es fundamental. Es necesario efectuar un buen lavado de manos antes y después del cambio de pañales y de preparar los alimentos, medidas que deberemos extremar en las guarderías infantiles. Para prevenir la enfermedad dependerá de la edad del niño y de la gravedad de la diarrea. Los bebés que toman leche materna seguirán realizando la misma toma, sin forzar el apetito del bebé. A los niños alimentados a biberón les ofreceremos la toma más diluida y en menor cantidad, aunque de modo más frecuente. Los bebés más mayores sustituirán el puré habitual de verduras por uno de arroz y zanahoria y el batido de frutas por uno de manzana, plátano y limón. Es importante que cada vez que el niño realice deposición le ofrezcamos para beber soluciones rehidratantes comercializadas (siguiendo las indicaciones de su pediatra) para compensar las pérdidas que se producen por las heces y evitar que el niño se deshidrate. Debemos consultar al pediatra si: El bebé realiza muchas deposiciones y rechaza las soluciones rehidratantes. Si vomita las soluciones y/o el alimento que le ofrecemos. Se asocia fiebre alta o mal estado general. Tiene aspecto tóxico.
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